12 mayo, 2007

Zapatero a tus zapatos...



“Además de esta pequeña historia con final feliz añadir que mi compañera fue todo un descubrimiento y espero repetir rotatorio algún día con ella (una pena tenga novio jajajaja), que tunee mi bata y mi fonendo, que la pediatría hospitalaria es maravillosa (y mas con los tutores que me tocaron) y la neonatología puede ser horrorosa, que en urgencias o te mueves o te comen las enfermeras (aunque ellas se dediquen a crear follon y ruido de fondo exclusivamente), que gracias a la pediatría cogi una faringoamigdalitis brutal que hizo que me quedara en casa en nochevieja aun teniendo la entrada del cotillón comprada, que determinado personal sanitario no puede hacer las cosas en silencio y tienen que comentar en voz alta todo lo que van haciendo (para desgracia de la medico que intenta poner dos tubos de torax a un neonato que esta desaturando por neumotorax bilateral)” -01 Marzo 2007-

“Las bondades de la enfermería, educación social, filología inglesa, ingeniería química, magisterio, y de cientos de carreras y profesiones, pasan ahora mismo por mi mente..." -19 Junio 2006-

Creo que estos han sido mis dos únicos post en los que he hablado del colectivo enfermero y por lo que parece no han sabido reflejar el respeto y admiración que siento por él. Por esto creo que será mejor aplicarme el dicho “Zapatero a tus zapatos” y evitare en todo momento hacer ningún comentario más allá de este post, para no herir sensibilidades ni ahondar heridas que parece nunca curarán.

A pesar de ello quiero dejar claro que creo firmemente en el trabajo multidisciplinar y en equipo. He tenido la suerte de poder trabajar a nivel de talleres y de campañas nacionales e internacionales con otros profesionales de la salud y creo que es un elemento muy enriquecedor y positivo.

Por muy raro que os pueda parecer he hecho prácticas de enfermería, o para ser más correcto, he trabajado mano a mano con las enfermeras para aprender las técnicas asistenciales más frecuentes, así como otros aspectos importantes en su profesión. Durante ese mes pude comprobar la gran incomprensión que existe entre ambas profesiones. Y creo que es esa incomprensión es la que lleva a un mal trabajo en equipo, por profesionales que se sienten infravalorados dentro del equipo (médicos que sienten que las enfermeras no respetan su criterio, o enfermeras que sienten que no se valora su trabajo). Creo que hay que entender las limitaciones de cada profesión y las tareas de cada una; del mismo modo que hay que entender que muchas tareas serán compartidas y que el solicitar ayuda no supone ninguna deshonrra.

Siempre he creído y seguiré creyendo que la Salud para Todos/as es la meta a alcanzar, ya sea como médico, enfermero o limpiador del hospital. Una tarea común que si solo enfocamos desde la comparación no nos llevará más que al enfrentamiento. Reconozco que a la hora de trabajar soy serio y exigente y espero lo mismo de los miembros de mi equipo, será que no concibo que alguien escoja su profesión por otra cosa que no sea la vocación, será que creo que la queja destructiva no sirve de nada.

Y parafraseando a un compañero diré que “estudio medicina porque no me veo haciendo otra cosa”, ahora mismo me da igual que sea la profesión más valorada, o que haya más plazas de MIR o que mis guardias de adjunto vayan a ser un paseo por el Senna, o que pueda irme a trabajar a otro país en buenas condiciones, yo estudio medicina por vocación, ganaré más o menos, trabajare mucho, y tendré días mejores y días horribles, pero estoy seguro que cada noche me iré a la cama sabiendo que he encontrado mi sitio.

“La salud es no solamente estar bien sino ser capaz de usar bien toda la energía que poseemos” (Florence Nightingale)