15 junio, 2008

De los Bombones de Forrest Gump a mi clase de párvulos


Creo que fue Aristóteles quién comparó la mente del niño con una tabla de cera en blanco donde las distintas experiencias de la vida van dejando en ella una marca con la que al final se interpreta la realidad.


Yo creo que no solo la mente del niño, si no la de las personas en general.
En la película de Forrest Gump el protagonista cuenta como su madre compara la vida con una caja de bombones “nunca sabes cual te va a tocar”. En mi caso últimamente recuerdo los días de parvulario, donde a la hora de pintar las líneas parecían cobrar vida y se torcían a su antojo, donde te tocaba pintar tu dibujo con un color que no te gusta pero tenias que seguir pintando porque el color que tu querías estaba “ocupado”



Y asi vivimos… pintando lo mejor posible, aprendiendo a plasmar lo que queremos con líneas que se tuercen y van donde les da la gana, para poder al final de la clase regalar orgullosos nuestro dibujo. Nadie dijo que fuera fácil pero “Lo que no se crece en longitud, se crece en profundidad”

1 comentario:

Anónimo dijo...

Madre!! pero cuanto hacía que no me pasaba por aquí!!!!!!!!

muy buena actualización Dr. tricornio ;)


ijana