31 julio, 2010


“Reinhar Mohn nació en Gütersloh, Alemania, en 1921. Al terminar la Segunda Guerra Mundial asumió la dirección de la empresa familiar: la editorial que su bisabuelo Carl Bertelsmann fundó en 1835. En 1962 creó Círculo de Lectores y en 1977 la Fundación Bertelsmann, con objeto de garantizar la independencia económica de la empresa y elaborar propuestas relativas a los problemas más candentes de la sociedad. En 1991, tras más de cuatro décadas al frente del grupo Bertelsmann, dejó la presidencia del consejo de administración para dedicarse a su Fundación. Autor de Al éxito por la cooperación (1986), El triunfo del factor humano (2000), y La responsabilidad social del empresario (2005) entre los numerosos galardones que ha recibido a lo largo de su trayectoria profesional descata el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades de 1998, por su capacidad para concebir y organizar una empresa de éxito en el ámbito de las humanidades que ha contribuido a la difusión cultural y al fomento de la lectura”


Reflexiones sobre la elección de mi profesión (Extraído de la redacción del alumno Reinhard Mohn 1938)


“No hace mucho tiempo, alguien me dijo que en realidad uno empieza a vivir cuando tiene claro cuales son sus tareas y obligaciones en la vida y se pone manos a la obra para cumplir su misión …

…..tres aspectos que consideré particularmente importantes y determinantes a la hora de elegir profesión: la responsabilidad ante el pueblo, la aptitud y el deseo de libertad interior y de vida interior...

...Creo que no se me ha dado la vida y la energía para dedicarlas arbitrariamente a lo que se me antoje, sino que por encima de mí existe una fuerza capaz de juzgarme y gobernar. Se trata del pueblo en cuyo seno he nacido y de cuya vida también yo tengo que responsabilizarme...


… Sólo quiero colaborar y esforzarme por cumplir con mi deber en la comunidad, que es la que al fin y al cabo me mostrará el objetivo y la orientación de mi trabajo....


… el ser humano tampoco es una máquina o una herramienta con la que se puede calcular y construir como si fuera una piedra inerte.

… Llegado el momento de elegir mi profesión me cuidaré mucho de no optar por un trabajo que me lleve a una vida anquilosada, muerta. ….”



Extraído todo del libro “Aprender del mundo” (Reinhard Mohn)

5 comentarios:

Lola dijo...

Muy interesante, estoy de acuerdo con esos propósitos y reflexiones....claro que luego estamos los que pensando que no hemos encontrado esa profesión o actividad con la que aportar algo "grande", perdemos el tiempo cuando no valoramos lo que hacemos día a día por la gente que tenemos alrededor, pensando que podemos aportar más pero sin saber qué ni cómo.
Saludos. Lola

Avillegasrey dijo...

Sinceramente Lola, yo creo que dentro de TODOS los trabajos existe la posibilidad de darle ese toque "social" a pequeña o gran escala.

Lola dijo...

Sinceramente Avi, creo que por suerte para ti no sabes lo que es trabajar en una fábrica, sobre todo en época de crisis como la que vivimos actualmente. Socialmente lo mejor que puedes hacer por los demás es no interponerte entre ellos y la prima de fin de mes que permite seguir pagando la hipoteca y las letras del coche.
Fíjate que lo estoy escribiendo y me doy cuenta lo desencantada que estoy a pesar de que he vivido tiempos buenos de unidad y reivindicaciones y participado activamente en ellos. En fin.
Saludos. Lola.

Avillegasrey dijo...

En tu participación en todos esos procesos estaba tu toque social, vamos creo yo... pero tienes razón puede que me sobren ideas y me falte realidad en muchos ámbitos (el laboral es uno de ellos)

Avillegasrey dijo...

En tu participación en todos esos procesos estaba tu toque social, vamos creo yo... pero tienes razón puede que me sobren ideas y me falte realidad en muchos ámbitos (el laboral es uno de ellos)