31 marzo, 2007

Pastillas para no soñar

O para no llorar, o para esperar… el caso es el no sufrir.La próxima semana acabo la primera parte de mi rotatorio de médica en un Centro de Salud, y esta es una de las cosas que he visto, la intolerancia social al sufrimiento.

Esta claro que a nadie mentalmente sano le gusta sufrir, pero creo que en cierta manera se buscan pastillas para no enfrentarnos a la vida, para no vivir situaciones que son habituales y necesarias, puede ser por eso que el 25% de las consultas nuevas en Atención Primaria sean somatizaciones, o que la relación médico enfermo resulte tan terapéutica en algunos pacientes. Gente que entra en consulta afirmando que “le falta la vida”, “me muero”, “no puedo mas” mejora espectacularmente cuando alguien le presta atención y se siente “querido”.

Esta creo que es una de las grande labores que realizan cada día los/las distintos/as profesionales que trabajan en los Centros de Salud, acompañar, atender, aliviar… además de curar. Por eso tantas veces funciona el placebo o determinadas medicinas alternativas sin base científica alguna, porque a veces la gente no necesita más que un hombro, una mano, una oportunidad o una palabra de aliento.
Porque la vida es dura, por el fin de la amargura... se busca refugio donde no se debe, se huye de los problemas y se buscan pastillas u otras cosas… para no soñar, o para no sentir, o para adelgazar o para respirar, cuando uno mismo puede con un poco de esfuerzo superar un bache, bajar su tensión, evitar su diabetes o su obesidad, pero lamentablemente no hay pastillas para el esfuerzo, nadie ha querido inventarlas, porque… ¿tendrían sentido?.

Vivimos en una sociedad cada vez más tecnificada y por mucho que intentemos hacer lo mismo con nuestro cuerpo nunca lo conseguiremos, por eso la medicina nunca será una ingeniería y siempre será el arte que busque el equilibrio las ciencias y el humanismo.

-> AVI <-

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"La verdadera enfermedad de la sociedad actual es el no escucharnos unos a otros, el sentirnos olvidados" Es lo que siempre decía mi profesor de Salud Pública y tenía toda la razón. No puedes ni imaginar lo muchíiiiisimo que mejora la abuelilla del hospital cuando te sientas durante la hora de visita (esa hora en la que nadie viene a verla) a hablar con ella y escuchar su vida, sus miedos. Por eso es tan importante la Atención Primaria!! La mayoría sólo vana a contar qué tal les va la vida ;)

Isabel dijo...

La magia de la Atención Primaria es que, aunque no se prescriba, en el 50% de los casos el médico es capaz de curar con su simple presencia y escucha. Por eso es tan dramática la falta de tiempo para atender a los pacientes...